Aumento de la morosidad por inflación

¿Qué es la inflación?

La inflación es el aumento sostenido y generalizado de los precios de los bienes y servicios de una economía a lo largo del tiempo. El aumento de un sólo bien o servicio no es inflación. El aumento de todos los precios de la economía que se da una sola vez, tampoco es inflación. Para que exista inflación debe existir un aumento en los precios sostenido y alcanzable a todos los bienes y servicios.

¿Por qué aumenta la morosidad por inflación?

El consumidor observa como se deprecia el valor de sus ahorros y/o ingresos. Entonces procura convertirlos a bienes durables. Los bienes durables en general son de alto valor adquisitivo, por ejemplo, una propiedad inmueble, un terreno o bien metales, como el oro o la plata. Además que estos bienes generan un gasto para mantenerlos, en general son bienes que no están al alcance de la mayoría de los individuos que componen la sociedad.

Por lo tanto el común de las personas termina optando por no ahorrar y gastar su dinero en bienes no durables, como por ejemplo, ropa o electrodomésticos. La persona se ve motivada a realizar esto porque piensa que si sigue esperando, su dinero tendrá menos valor y por consiguiente no podrá adquirir lo que hoy si tiene posibilidad de hacerlo.

Este comportamiento provoca que la persona disponga de menos recursos para afrontar sus deudas, aumentando así la morosidad. El consumidor observa que sus ingresos no le alcanzan y que ya no dispone de ahorros para afrontar sus obligaciones. Entonces no tiene mejor idea que disponerse a endeudarse para poder seguir manteniendo el nivel de vida que considera que tiene que tener y, en el peor de los casos, para poder cumplir con los gastos mínimos e indispensables para sobrevivir.

Como consecuencia, los precios siguen aumentando y como si esto fuera poco la persona ahora tiene una obligación más que cumplir. Los ingresos son menores a sus obligaciones y termina optando por no pagar, lo que provoca de forma evidente el aumento en la morosidad.

Las familias, que debido a la inflación se está poniendo más difícil y pese al aumento de las tasas de interés, siguen tomando crédito y creando dificultades en la cobranzas. Las familias incrementan su nivel de endeudamiento y las deudas que contraen crecen más rápido que sus ingresos por lo que su capacidad de repago se ve amenazada y está provocando un aumento en la tasa de morosidad del sistema financiero.